Santander Cycle Chic

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miércoles, 11 de mayo de 2011


Un resfriado ocurre cuando el cuerpo no llora...
Un dolor de garganta aparece cuando no es posible comunicar las aflicciones...
El estomago arde cuando la rabia no consigue salir ..
La diabetes invade cuando la soledad duele...
El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta...
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan....
El corazón renuncia cuando el sentido de la vida parece terminar...
Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas ...
El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza...
La presión sube cuando el miedo aprisiona...
Las neurosis paralizan cuando el "niño interno" tiraniza...
La fiebre sube cuando las defensas detonan las fronteras de la inmunidad....
¿Y tus dolores callados? ¿Cómo hablan ellos a tu cuerpo?
Elige qué hablar...con quién hacerlo....donde , cuando y cómo! Solo los niños cuentan todo, a cualquier hora, de cualquier forma....
Elige a alguien que pueda ayudarte a organizar las ideas, a armonizar sensaciones y a recuperar la alegría. Todos necesitamos saludablemente de un oyente interesado... Pero todo depende, principalmente, de nuestro esfuerzo personal en que se produzcan los cambios que deseamos para nuestra vida....... "

"EL CUERPO SUSURRA Ó GRITA, LO QUE LA MENTE NO COMPRENDE"

lunes, 13 de septiembre de 2010

POESIA sin titulo


original poesia que a escrito nuestro amigo pepe, este invierno la pasare al rabel, y tiene que sonar de maravilla.


Cuando vas en bicicleta
a todos has de explicar,
la causa de tu "rareza",
de esa conducta "anormal".
Si tienes la mala suerte,
de sufrir un atropello,
la mayor parte de gente,
ya lo sabia hace tiempo.
Todo el mundo conocía
eso que te iba a pasar,
¿acaso por ser ciclista
menos suerte en el azar?

Pues bien, paso a relatar,
esa historia cotidiana,
en la que pedalear,
no es una lucha espartana.
La bicicleta equilibra,
te mantiene en equilibrio,
la montas sin gasolina,
no requiere de permisos.
Es versátil, divertida,
barata y original.
Sencilla y agradecida
el vehículo genial.
Te ahorrara mucho dinero
y no contamina nada,
es un gimnasio de acero,
hace la vida mas sana.
Humilde y aventurera,
mítica, gran corredora,
por el medio ambiente vela
y humaniza a las personas.
Te devuelve la poesía,
los juegos de la niñez,
la alegría, la sonrisa,
te cura la estupidez.
Pone a todos por igual,
sin distinguir sexo o clase,
no es importante la edad
cuando ciclista te haces.


Conquista la libertad,
descubre la fortaleza,
mientras que tu pedaleas
a través de la ciudad.
Y si caes o te accidentas,
porque el destino lo quiso,
recuerda que en bicicleta,
es donde más has vivido.

pepe

martes, 7 de septiembre de 2010

BALADA DE UNA BICICLETA CON ALAS - poesia


A los 50 años, hoy, tengo una bicicleta.

Muchos tienen un yate

y muchos más un automóvil

y hay muchos que también tienen un avión.

Pero yo,

a mis 50 años justos, tengo sólo una bicicleta.



He escrito y publicado innumerables versos.

Casi todos hablan del mar

y también de los bosques, los ángeles y las llanuras.

He cantado las guerras justificadas,

la paz y las revoluciones.



Ahora soy nada más que un desterrado.

Y a miles de kilómetros de mi hermoso país,

con una pipa curva entre los labios,

un cuadernillo de hojas blancas y un lápiz

corro en mi bicicleta por los bosques urbanos,

por los caminos ruidosos y calles asfaltadas

y me detengo siempre junto a un río

a ver cómo se acuesta la tarde y con la noche

se le pierden al agua las primeras estrellas.



Es morada mi bicicleta

y alegre y plateada como cualquier otra.

Mas cuando gira el sol en sus ruedas veloces,

de cada uno de sus radios llueven chispas

y entonces es como un antílope,

como un macho cabrío, largo de llamas blancas,

o un novillo de fuego que embistiera los azules del día.



¿Qué nombre le pondría, hoy, en esta mañana,

después que me ha traído,

que me ha dejado sin decírmelo apenas

al pie de estas orillas de bambúes y sauces

y la miro dormida, abrazada de yerbas dulcemente,

sobre un tronco caído?



Carlanco de los bosques.

Estrella voladora de las hadas.

Telaraña encendida de los silfos.

Rosa doble del viento.

Margarita bicorne de los prados.

Cabra feliz de las pendientes.

Eral de las cañadas.

Niña escapada de la aurora.

Luna perdida.

Gabriel arcángel.



La llamaré con ese frágil nombre.

Porque son sus dos alas blancas las que me llevan,

Anunciándome al aire de todos los caminos.



Yo sé que tiene alas.

Que por las noches sueña

en alta voz la brisa

de plata de sus ruedas.



Yo sé que tiene alas.

Que canta cuando vuela

dormida, abriendo al sueño

una celeste senda.



Yo sé que tiene alas.

Que volando me lleva

por prados que no acaban

y mares que no empiezan.



Yo sé que tiene alas.

Que el día que ella quiera,

los cielos de la ida

ya nunca tendrán vuelta.



Rafael Alberti.

miércoles, 4 de agosto de 2010

NOS AMAMOS EN UNA BICICLETA - poesia


Ayer tú y yo, en un solo beso para la vida,
en el amor que nos conoció a los quince años
y yo pedaleando para un nunca llegar tarde a tu corazón.
Fuimos nosotros los que inventamos el beso en una bicicleta,
la edad de las miradas con un cuaderno en la mano.
Fuimos nosotros, los que sin respirar, nos cansamos de viajar;
y ayer, sólo ayer, las calles dicen: Allí van, son ellos!,
pero fue tan rápido que pedazo a pedazo nos despedimos.
Tú y yo, querida, ahora quizás dónde, dónde volveríamos a rodar,
dónde volveríamos a comandar dos ruedas como a un barco,
dónde volveríamos a conquistar los mundos con un sueño.
Eso no m importa, porque en mi memoria tengo un niño despierto,
llevo a ese revoltoso quinceañero en los dedos del alma,
tengo aún, esos años diminutos como zapatos de liceano.
Entonces, será a las siete, te pasaré a buscar como cochero,
subirás en mi caballo veloz con rayos de aluminio,
dispuesta a saltar a la gloria al besar cada calle,
recostándote en cada parada para retomar las fuerzas.
Entonces, será a las siete, cuando llegue a tu casa,
salgas a recibirme como ansiosa de la nueva carrera.
Entonces, son las siete y recuerdo tu mano en la mía,
riendo del pedaleo en mañana y tarde,
cuando nos amamos en una bicicleta sobre la vida,
cuando se me vienen los quince felices años,
ahora que son más, sin bicicletas ni sueños.

santiago azar