Santander Cycle Chic

Santander Cycle Chic

viernes, 29 de julio de 2011

eres tu dueñ@


Tu eres lo que pìensas ... Y en tu vida sucede exactamente lo que tu ordenas que pase ... No hay culpables de tus làgrimas o tus sonrisas ... Solo tu eres capaz de provocar lo que desees que suceda ...

cabrita bike

un paseo por la lycra

martes, 26 de julio de 2011

"MUJERES Y BICICLETAS" perfecta fusion

bicycle strip

jose riestra 100 años sobre la bici


José Riestra, que cumplió ya 100 años, lidera una dinastía de ciclistas de Boquerizo (Ribadedeva), en la que le sucedieron sus hijos Mon y Eduardo y ahora lo hace de juveniles su bisnieto Isaac

José Riestra tiene 100 años cumplidos (18 de febrero de 1911) y mantiene una gran vitalidad para su edad en la ganadería que tienen en un alto de Boquerizo (Ribadedeva). Pero desde hace unos años ya no coge la bicicleta después de casi un siglo montando en ella porque no hay ni un metro de llano. Todo es cuesta arriba o bajar en esa zona de Ribadedeva, y entraña mucho peligro. Aunque por ganas no se queda atrás recordando sus tiempos de ciclista como gran escalador en las montañas del País Vasco, Cantabria o incluso en una Vuelta a España en 1936, frente al ganador Deloor y otras estrellas como Trueba, Ezquerra, Cañardo o Berrendero.



Encabeza una dinastía de ciclistas en su familia, en la están sus hijos José Ramón Riestra, de 66 años, que corrió con ex profesionales como Fuente, Casas, López Carril o Menéndez y siguió participando hasta los 42 años, y Eduardo Riestra, de 64 años, que también compitió de juveniles y aficionados con ex profesionales como González Linares, Gonzalo Aja, Barrigón. Y ahora también está el bisnieto Isaac Riestra, de 16 años, que compite en juveniles con el equipo Corbatas Pindal.

Este ganadero centenario no olvida sus tiempos de ciclista porque «se me daba muy bien el subir. En Bilbao tenía de rival a Ezquerra, aunque gané y estuve en los primeros puestos de subidas a Santo Domingo, Aránzazu y Urquiola. En Santander tenía a los hermanos Trueba, con los que me llevaba muy bien. Una vez subiendo La Montaña, en Torrelavega, iba con Fermín Trueba y le dije que tirara para adelante solo. Lo hizo, pero salté rápido a su rueda y también en el segundo intento del cántabro. Así que al probarme y sorprenderle yo, me dijo que no estaba bien y que no corría en Bilbao. Me llevó en su coche y gané en Aránzazu. Tras este triunfo me llamaron para inscribirme en la Vuelta a España».

En esa ronda de 1936 salió con mucha ilusión y brilló en las montañas de Los Leones y luego en el puerto de Béjar. José Riestra explica que «luchar con el vencedor Gustaf Deloor, junto a Fermín Trueba, Cañardo o Berrendero en los puertos fue muy bonito. Camino de Béjar nos paramos para dar la vuelta a la rueda y poner un piñón para subir. Engañamos a Deloor, que no sabía que venía un puerto, y luego le atacamos y le dejamos atrás. Pero cuando nos cogió casi nos mata del enfado que traía. Desgraciadamente, me puse enfermo y me obligaron a retirarme. Luego ya me marché a la guerra a África y acabé mi carrera ciclista con 24 años».

Su hijo José Ramón siente veneración por su padre porque «subía muy bien, pero la guerra le mató. Tenía que haber seguido corriendo cuando regresó a los 29 años, como hicieron Coppi o Bartali. Hubiera sido un ciclista importante». Su otro hijo, Eduardo, añade que «en aquellos tiempos tenía problemas de estómago y también estaba mal alimentado. Fue una pena porque muchos le recordaban por lo bien que subía y ante grandes campeones». Su bisnieto Isaac, que tenía carrera de juveniles por la tarde en Cabezón de la Sal, elogiaba al centenario porque «ya podía llegar así a esa edad. Me cuenta muchas historias de cuando era ciclista. Lo mío también es subir, pero estoy en mi primer año y busco mejorar cada día. También corre conmigo un bisnieto de Trueba, pero ése es de los que gana carreras en juveniles».

El centenario Riestra reconoce de sus hijos Mon y Eduardo «corrían bastante bien, pero hacía falta que tuvieran tanta afición como yo. También el mucho trabajo con las vacas les perjudicaba».

J. E. CIMA

domingo, 24 de julio de 2011

nos gustan las bicis


Nos gustan la bicicletas plegables, esas tan ligeras y versátiles que dobladas podemos subirlas tranquilamente a casa y guardarlas en cualquier sitio. Sus ruedas pequeñas y sus cambios nos permiten subir las cuestas de la ciudad. En cierta manera nos recuerdan a aquellas bicis de nuestra infancia –BH, Orbea…- con aquellos cuadros de colores característicos que un día quedaron tristemente arrumbadas en el trastero o en el desván. Ahora, la vemos cada vez más en las calles de nuestras ciudades.

Nos gustan las bicis de ciudad, equipadas con luces, timbre y transportín, que nos facilitan los desplazamientos y nos dan seguridad en dentro del tráfico urbano. Nos gusta llega con nuestras bicis al último rincón de la ciudad: las bicis que nos llevan a la playa, a tomar un helado o un café con los amigos, al cine o de compras y nos reúnen a todos el día de la masa crítica.

Nos gustan las bicis públicas, las bicis de todos y para todos, que están a nuestro servicio en diferentes puntos de la ciudad y que nos facilitan los desplazamientos, sin necesidad de tener nuestra bici propia. Son como un símbolo del espacio común que es la sociedad, de sus bienes y valores que son para el uso común y en beneficio de todos.

Nos gustan las bicis de carretera con su finura y su esbeltez. Las ruedas finísimas que más que rodar, vuelan sobre el asfalto. La elegancia de sus formas, la perfecta unión entre la máquina y la persona que la conduce con movimientos ágiles y sin embargo fuertes y extraordinariamente precisos.

Nos gustan las “fixies”, la quintaesencia de las bicicletas. La pureza de sus líneas, el minimalismo de su construcción. Las bicis de piñón fijo son algo así como el concepto puro de la bici, sin más: las ruedas, los pedales, la cadena y el manillar y el equilibrio elevado a su máximo exponente.

Nos gustan también las bicicletas todo terreno: sus cuadros fuertes y robustos, sus potentes ruedas para agarrarse y salvar los desniveles de cualquier terreno. Nos gusta su agilidad que casa a las mil maravillas con su robustez y son capaces de andar por las trochas más estrechas y por los más recónditos vericuetos.

Nos gustan las bicis “custom”, hechas al modo y manera de su dueño, que dejan ver sus personalidades y sus gustos. Manillares imposibles, ruedas dispares, cromados extremos… Todo para trasladarnos a las carreteras de las playas de los sueños californianos de algunos de sus usuarios…

Pero sobre todo nos gusta la gente que usa la bici, la gente que se siente orgullosa de su bici, sea como sea, que se sube a diario en su bicicleta, que es siempre la mejor, que hacen que la ciudad sea más transitable y tranquila y más limpia, que se sienten solidarios con los demás ciudadanos y responsables de su entorno… Nos gusta la gente que va en bici

morgana

miércoles, 20 de julio de 2011

TODOS SOMOS CYCLE CHIC


Todos somos Cycle Chic. La criatura que, apenas se pone de pie y cabalga a lomos de un corre-pasillos por su casa. El mismo niño que, poco más tarde, pedaleará sobre su triciclo o sobre su bicicleta con ruedines.
El chaval cuya bici está fijada con una barra a la bicicleta de su padre, es también cycle chic. Como también lo es el que se suelta a andar, titubeante primero, haciendo eses con su bici y luego seguro de sí mismo, una vez que ha aprendido a controlar el manillar y los frenos.
Y ese adolescente que por rebeldía o desconocimiento viola las normas de circulación, pedaleando por la acera o a contra sentido forma parte también de cycle chic. También lo es el joven que coge la bici –la suya propia o una de las bicis públicas- para ir al Instituto o a la Universidad.
Es cycle chic la gente que se atreve a coger una bici en medio del tráfago urbano de coches y malos humos para ir a su trabajo, que pasa miedo: el miedo justo para ser prudente, pero no el suficiente como para no perseverar a diario en su trayecto en bici. La gente que piensa que la bici tiene futuro, que hay que ganar el espacio en la ciudad, en las calles, sin restar el sitio a los demás ciudadanos, especialmente a los peatones.
Y cycle chic es la gente mayor que sigue pedaleando, porque, como he leído en algún lado, “no se deja de pedalear cuando se envejece: se envejece cuando se deja de pedalear”
Para todos cycle chic es una manera de ver el mundo de otra forma: de ver a los demás más cercanos, de saberse poner en el lugar del otro, de respetar a todos y cada uno de los que compartimos las calles. Es una manera de ralentizar la velocidad excesiva de esta sociedad y de adecuarla a nuestra condición de personas, de individuos que viven en sociedad.

morgana

domingo, 17 de julio de 2011

II TWEED RIDE SANTANDER


Una Tweed Ride es un paseo ciclista por la ciudad que se caracteriza por que sus participantes van en bicicletas clásicas y gustan de llevar ropa de época, con tejidos naturales, como la lana o el algodón. Se busca el estilo y no la velocidad. Los ciclistas buscan la elegancia que es intemporal, huyendo de las modas pasajeras y efímeras. El movimiento nació en Inglaterra, a finales de la pasada década: la primera tweed ride tuvo lugar en Londres en el año 2009. Luego otras ciudades, como San Francisco, Chicago, Boston, París o Melbourne entre otras, se han adherido a este movimiento, haciendo que la idea se extienda y universalice.

Santander celebró este pasado sábado su segunda tweed ride, con el orgullo de ser una de las pocas ciudades en España, que dan cabida a este tipo de eventos. Por sus calles y carril bici, desde Juan de Herrera hasta el Sardinero, desfilaron numerosos ciclistas elegantemente ataviados, en cuyas bicicletas clásicas de acero podían verse numerosos accesorios con clase: dinamos, alforjas, cestos de mimbre…


Pero una Tweed Ride no solo es una manifestación estética: es también un modo de reivindicación de la bici como medio de transporte diario. Para nosotros, la bici no es un deporte, ni una moda, ni algo pasajero… Es una manera lógica, humana y humanizada de desplazarse por la ciudad; es un elemento respetuoso con el medio ambiente y con el derecho de todos a una ciudad más pacífica, más calmada, más tranquila y menos ruidosa. Con nuestras bicicletas, ataviados de tweed o de ropa de diario, queremos ganar el espacio que como ciudadanos nos corresponde, convencidos de que en ese avance ganamos todos.
morgana

aqui podeis ver fotos del evento
http://www.facebook.com/media/set/?set=a.237789212909872.60237.100000363866475#!/media/set/?set=a.237789212909872.60237.100000363866475

miércoles, 13 de julio de 2011

sábado, 9 de julio de 2011

el oso berni


nuestra querida ciclo-amiga chiti (la hija del viento) nos pasa este hermoso video, DISFRUTADLÓ !

martes, 5 de julio de 2011

pienso


Pienso ( Voy a) vivir la vida dibujando en cada instante un camino que me lleve hacia mis sueños... Saborear cada minuto por que es irrepetible y beberme las horas a sorbritos pequeños para que cada experiencia sea lo más larga y placentera en el espacio tiempo...
me guiará el instinto... hay un lobo que aulla a la luna, un gorrión que salta dando brincos, un gato que ronronea en su independencia...
rosa aguado

blanca del piñal nos aconseja sobre sombreros


1. ¿Dónde me pongo el sombrero?

En la cabeza…en serio, siempre que salga a la calle, el fieltro para el invierno, la paja para el verano. Y dentro de casa: en cocktails, fiestas, cenas y recepciones.

2. ¿Cómo escoger un sombrero de mi talla?

Para tomarse medidas correctamente coja una cinta métrica y disponga su extremo en el centro de la frente. De la vuelta a la cabeza por encima de las orejas, con cuidado de no desviarla. Anote su circunferencia en cms.

3. ¿Cuándo podemos decir que estamos ante un “buen sombrero”?

En primer lugar, la calidad del material es primordial: Fieltro y paja real, no papel, ni plástico. Las puntadas a mano permiten una construcción generosa y cuidada; nunca debe haber rastro de pegamento.

4. ¿Es difícil elegir un sombrero para regalo?

Si conoces el estilo de la persona, es fácil y lo recibirá encantada.

5. ¿Pueden restaurarse?

Si el sombrero es de buena calidad, puede restaurarse, adaptarse y modernizarse. Puede ser devuelto a la vida mediante su limpieza y planchado, o en último caso, la sustitución de velos, cintas…

6. ¿Cómo cuido mis sombreros?

Los de paja, se limpian con una esponja poco húmeda. Los de fieltro se cepillan suavemente con un cepillo para el ante. Se guardan en una caja, con papel de seda por dentro, para que el ala no se deforme con su propio peso; es conveniente añadir unas hojas de laurel.

7. ¿Me mirará la gente?

Sí, especialmente los hombres

8. ¿Cómo sé qué estilo me va?

Una pista: si te hace arquear las cejas cuando te lo pruebas, es que te queda bien. El sombrero es una cuestión de proporción. Las señoras bajitas se verán mejor con sombreros tipo cloche, de ala pequeña. las pamelas y sombreros recargados con plumas de avestuz están reservados para damas más corpulentas. No hay que olvidar tampoco el color de los ojos y del cabello, para coordinar tonalidades.

9.¿Cómo me quito el sombrero? Colocando una mano sobre la parte de atrás del ala del sombrero, y la otra en la parte frontal. Así impedimos que se deforme la corona.

10. Descubrirse en la Iglesia.

Como norma, el caballero debe descubrirse en la Iglesia.

Durante una ceremonia religiosa, las señoras pueden permanecer tocadas. Esta idea general requiere, sin embargo, ser adaptada para caso concreto, es decir, no sería lo mismo una dama vestida para una boda y tocada a juego, que aquella que viene de pasar el día en la playa con un sombrero de paja. Como indica el sentido común, en este caso, y como muestra de respeto, es necesario quitarse el sombrero.

sábado, 2 de julio de 2011

cycle chic fashion

LA CHICA CHIC DEL MES - junio 2011

ciclo-nocturna en santander

II TWEED RIDE SANTANDER


Con motivo de la celebración de BAÑOS DE OLA SANTANDER 2011, se convoca la

II MARCHA DE BICICLETAS ANTIGUAS Y TWEED CYCLING

Para la categoría de bicicletas antiguas se exige:
 que la bicicleta tenga mas de 25 años y su portador acuda vestido con ropa de época o tweed.

Para la categoría de tweed cycling se exige:
 bicicletas plegables, de corredor, clásicas, urbanas…
 bicicletas del TUS.
 NO se admiten bicicletas de montaña, ni bmx.

Este evento comenzara el 16 de julio de 2011, a las 5 de la tarde (hora del té) en la calle Juan de Herrera número 13, en la cafetería BIEN Y TU donde los participantes degustaran un té.

Después de pasar un agradable rato y con la teína corriendo por nuestras venas, tomaremos la salida, discurriendo con mucha tranquilidad y respeto a los viandantes por la calle Juan de Herrera, para conectar con el carril bici que nos llevará directamente hasta el Sardinero donde estarán ubicadas las casetas de los BAÑOS DE OLA.

Allí un jurado compuesto por cuatro personas representando a
SANTANDER CYCLE CHIC
CANTABRIA CONBICI
MOTOPIÉ
EXCMO. AYUNTAMIENTO DE SANTANDER

otorgará distintos trofeos a los ganadores.

La inscripción se realizará en el punto de salida.
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