Santander Cycle Chic

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domingo, 24 de julio de 2011

nos gustan las bicis


Nos gustan la bicicletas plegables, esas tan ligeras y versátiles que dobladas podemos subirlas tranquilamente a casa y guardarlas en cualquier sitio. Sus ruedas pequeñas y sus cambios nos permiten subir las cuestas de la ciudad. En cierta manera nos recuerdan a aquellas bicis de nuestra infancia –BH, Orbea…- con aquellos cuadros de colores característicos que un día quedaron tristemente arrumbadas en el trastero o en el desván. Ahora, la vemos cada vez más en las calles de nuestras ciudades.

Nos gustan las bicis de ciudad, equipadas con luces, timbre y transportín, que nos facilitan los desplazamientos y nos dan seguridad en dentro del tráfico urbano. Nos gusta llega con nuestras bicis al último rincón de la ciudad: las bicis que nos llevan a la playa, a tomar un helado o un café con los amigos, al cine o de compras y nos reúnen a todos el día de la masa crítica.

Nos gustan las bicis públicas, las bicis de todos y para todos, que están a nuestro servicio en diferentes puntos de la ciudad y que nos facilitan los desplazamientos, sin necesidad de tener nuestra bici propia. Son como un símbolo del espacio común que es la sociedad, de sus bienes y valores que son para el uso común y en beneficio de todos.

Nos gustan las bicis de carretera con su finura y su esbeltez. Las ruedas finísimas que más que rodar, vuelan sobre el asfalto. La elegancia de sus formas, la perfecta unión entre la máquina y la persona que la conduce con movimientos ágiles y sin embargo fuertes y extraordinariamente precisos.

Nos gustan las “fixies”, la quintaesencia de las bicicletas. La pureza de sus líneas, el minimalismo de su construcción. Las bicis de piñón fijo son algo así como el concepto puro de la bici, sin más: las ruedas, los pedales, la cadena y el manillar y el equilibrio elevado a su máximo exponente.

Nos gustan también las bicicletas todo terreno: sus cuadros fuertes y robustos, sus potentes ruedas para agarrarse y salvar los desniveles de cualquier terreno. Nos gusta su agilidad que casa a las mil maravillas con su robustez y son capaces de andar por las trochas más estrechas y por los más recónditos vericuetos.

Nos gustan las bicis “custom”, hechas al modo y manera de su dueño, que dejan ver sus personalidades y sus gustos. Manillares imposibles, ruedas dispares, cromados extremos… Todo para trasladarnos a las carreteras de las playas de los sueños californianos de algunos de sus usuarios…

Pero sobre todo nos gusta la gente que usa la bici, la gente que se siente orgullosa de su bici, sea como sea, que se sube a diario en su bicicleta, que es siempre la mejor, que hacen que la ciudad sea más transitable y tranquila y más limpia, que se sienten solidarios con los demás ciudadanos y responsables de su entorno… Nos gusta la gente que va en bici

morgana