Santander Cycle Chic

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domingo, 19 de septiembre de 2010

HAY GENTE PA TO


Profundamente emocionado acabo de leer en este mismo medio que el alcalde de Madrid, “Gallardón cambia su coche oficial por un Toyota Prius eléctrico”. Efectivamente, “El alcalde de Madrid apuesta por este modelo ante el ahorro de combustible y su beneficio para el medio ambiente” (Aquí Diario, 11-09-10). No he podido, insisto, contener la emoción ante tanto sacrificio. Cierto que el Ayuntamiento de Madrid es el más endeudado de España, pero eso nada importa ante un gesto como éste.

Naturalmente, estoy absolutamente convencido que en Santander se va a hacer un recorte aún mayor, pues siendo también uno de los Ayuntamientos más endeudados de España, la decencia y el ejemplo de un compañero de partido tan importante va a producir los efectos pertinentes. Me dicen, y no sé si creérmelo, que el equipo de gobierno municipal de este Santander nuestro, está decidiendo la sustitución de los coches oficiales, no por coches eléctricos como el de Madrid, sino por bicicletas, lo que, además de ser mucho más barato, permitirá dar algún uso a ese sorprendente carril bici que, no sé porqué será, ya empieza a criar musgo en algunos tramos. En todo el verano apenas he visto media docena de ciclistas por la faraónica pista. Las cosas como son.

Con todo, y de ser cierto, me sentiré muy edificado, por la austeridad de nuestros munícipes-jefes y también, lo reconozco, orgulloso de que por una vez me hayan hecho caso, pues yo lo había sugerido ya hace algún tiempo. Efectivamente, hace un año exactamente salí al paso de tanta crítica formulada sólo por algunos extremistas irredentos por el establecimiento en nuestra querida y sufridísima ciudad de un muy necesario carril bici, faraónica pista, repito, que arrasó con todo aquello que le fuera próximo. Y total para nada.

Ya anuncié entonces que el pueblo llano, el populacho, la plebe, las turbas bíblicas o las amorfas masas, precedentes, en definitiva, de la actual ciudadanía democrática —es decir, todos nosotros— no supimos entender los sublimes afanes de nuestros gobernantes municipales que, con adelantada visión —miope, pero visión—, percepción sensibilísima y sutil coherencia, como es el caso del alcalde de Santander, pretendieron, modernizar una ciudad —la Atenas del Norte y deseada capital europea de la cultura— conservando sus más ancestrales esencias en delicada y hermosa conjugación con las mas progresivas exigencias de la modernidad. Toma castaña. Pero teníamos razón.

En definitiva, que el alcalde de Santander y su equipo de gobierno para dar ejemplo del progreso que implanta, y según me cuentan, repito, pone en venta su coche oficial, así como los demás del Ayuntamiento, sustituyéndolos coherentemente por bicicletas oficiales, muchísimo más baratas, y en la del Alcalde lucirá un hermoso banderín con el escudo de la ciudad, para ejemplo de todos los ciudadanos, de todos nosotros. ¡Hermoso, hermoso!

Lo que no me acaba de encajar, visto el paisanaje, es la noticia publicada en el periódico vasco de mayor tirada de Cantabria de que “Santander comienza a convertirse en una ciudad inteligente” (8.09.2010). Por más vueltas que le doy no acabo de entenderlo. ¡En fin!

JESUS LOBATO DE BLAS