Por fin llegó el día tan
esperado. El pasado 10 de agosto un centenar de ciclistas con ropa de época,
elegante e intemporal y con sus bicis
clásicas, cuyos detalles y complementos (sillines, cestos, flores…) estaban
cuidados al máximo, desfilaron por la ciudad, causando admiración y asombrando
a los ciudadanos que se encontraron a su paso a lo largo de todo el día.
Por la mañana en el ajetreo del
centro de Santander, los paseantes se dieron un respiro para disfrutar de una
atmósfera y de unos personajes de otra época que se fueron concentrando en la
Plaza Porticada de la ciudad.
A mediodía la parada nos llevó
hasta un Piquío lleno de gente que llenaba la playa, que paseaba en familia y
que disfrutaba de un magnífico día de verano santanderino de cielo azul y
despejado y una ligera brisa del nordeste.
La comida de picnic en el Parque
del Palacio de La Magdalena, con las mantas extendidas en la hierba, las
conversaciones y las risas de los participantes resultó una verdadera delicia.
El té de las cinco y la limonada
al atardecer pusieron el punto final a un día que, en bici, nos trasladó a otro
tiempo y a otro espacio: el de una ciudad donde desplazarse en bici es posible,
es divertido y muy recomendable para todos.
Ya estamos pensando en nuestro
primer lustro de celebración la V TWEED RIDE el año próximo. Hasta entonces…