Por lo mismo que me gustan los bosques, el agua, el viento, los Soles, el fuego y escribir... La bicicleta me llena de vida.
La primera vez que me subí a una bici, sentada no llegaba a sus pedales. Era una nena canija. Recuerdo que trepé por los pedales, barra y portabultos, hasta sentarme sobre el ajado sillín de cuero marrón, apoyando para no caerme, una pequeña mano en la pared del patio de casa, y la otra mano en el manillar de la bicicleta que había sido mi abuelo, más tarde de mi padre, y finalmente de mi hermano mayor. Yo no llegué a usarla. De hecho no tuve bicicleta propia hasta los veintipocos años. Un gran regalo. Creo que es uno de los mejores regalos que se le puede hacer a una persona.
Gran invento el velocípedo. A veces pienso en sus inventores, los imagino en sus estudios. Qué extraordinario y mágico momento de creatividad. Imagino a Karl Drais, Leonardo Da Vinci... dibujando sus bocetos para idear este gran y revolucionario vehículo. ¿Qué bulliría en sus mentes?
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La bicicleta me ha dado y da cosas buenas. Ahora mientras escribo esto para compartirlo... disfruto, y es por ella, por usar la bicicleta. Tengo bastante fortaleza en las piernas y corazón porque uso casi a diario la bicicleta.
Me gusta tanto porque viajo sobre ella y con ella. Porque rodándola los sentidos se impregnan de forma pura y natural, sin contaminar ni siquiera acústicamente los ecosistemas que recorro.
Me gusta tanto porque mientras pedaleo por sitios de extraordinarios, portentosos o menos bellos, mi mente se expande hacia la coherencia de pensamientos que desembocan en actos, haciéndome sentir mejor conmigo misma, por ende con las demás personas. Es una forma de vida pacífica, resolutiva y adaptativa moverte en bicicleta, con ella.
También al viajar en bicicleta, únicamente con lo necesario, todo fluye; la sangre, el oxígeno, los pensamientos; la felicidad no se consigue rodeándote de cosas, así que poco a poco, en el transcurso de estos años viajando ligera por distintos países, he aprendido que el bienestar es una actitud mental, me he ido despojando de trastos que no sirven más que para obstaculizar el crecimiento personal. Todo eso lo consigo pedaleando, moviéndome en bicicleta. Es mi compañera, la amo. Sí, adoro mi bicicleta, las bicicletas.
¿Cómo sería el país perfecto para andar en bicicleta?
Alemania, es un país perfecto para usar la bicicleta como medio de transporte. Todos los puntos están conectados; ciudades y aldeas. No hace dos meses pedaleé por allí. Subí desde Austria a Holanda por una increíble ciclo red que serpentea por gran parte de Europa.
Más que el país perfecto, es el respeto de los unos hacia los otros. En algunos lugares las condiciones climáticas son extremas o los desniveles mayores, pero siempre hay un espacio para ciclar, siempre hay alguien que elige la bicicleta por muy diversas razones y se debería tener el mismo respeto que se les tiene a los demás vehículos. Hay sitio para todos. Peatones, ciclos y vehículos de motor. El respeto al ciclista es la base fundamental para que cualquier país, sea el país perfecto para rodar la bicicleta.
Eso de Urriella de dónde viene...
¿Quién no conoce el Picu Urriellu? Esa gran y bellísima mole calcárea de 2519 metros, en pleno Macizo Central de Los Picos de Europa, con una de las vías de escalada de paredes más difícil del mundo, abierta por Iker Pou y Eneko, y cuyo nombre Orbayu 8c+/9ª hace mención a la fina lluvia tan característica asturiana.
Urriellu para mí es como el centro vital de mi tierra asturiana. Allí el aire es puro e indómito; las rocas y montañas son salvajes, rotundas y por eso, porque me considero un poco así también decidí darle ese nombre al Blog
Urriella viene del amor a la tierra en la que vivo.
Urriella viene de demostrarme sobre todo a mí misma, que aunque alguien me diga no puedes hacerlo, no puedes escalar el Urriellu, no llegarás a la cumbre; lo mejor será desoír e intentarlo. Que los sueños se pueden lograr con pasión e ilusión.
Conseguí escalar Urriellu, de segunda y por la vía más fácil, la Sur... y después rapelarlo hasta tocar suelo de nuevo, gracias a mi amigo Gelu Castro. Así que ... hollé su cima, comprobé una vez más que desde la distancia lo grande torna pequeño, que es buena esa distancia que se establece para analizar, y situarnos mejor de nuevo cuando volvamos a bajar, habiendo visto desde otra perspectiva más amplia, las cosas.
Todas esas experiencias que vivimos en plena naturaleza, son tan puras, que quedan bien marcadas en el subconsciente, y más pronto o más tarde te ayudan en la vida diaria, en la toma de decisiones. Nacen esas vivencias de la pureza de un entorno tan magnífico como puede ser, Urriellu, Picos de Europa y se extrapola a los quehaceres cotidianos sin apenas darnos cuenta. O eso creo yo...
Tu siguiente gran proyecto si se puede saber...
Siempre hay un plan, un me gustaría hacer tal o cual cosa... Si por alguna causa no se puede el A, surge plan B... Hay tantos lugares que no conozco, tantos...
Suelen saberlo pocas personas, todo lo más cuatro, el plan inicial, el A. Pero en los últimos dos años, del plan A, pasé a un plan B a cuatro días víspera de quedarme de vacaciones, a última hora. Empieza a gustarme esa forma de aventurarme. Me ha salido bien. Sin decidir fijo dónde quería llegar, ni saber desde dónde saldría, al final opté por Austria destino Holanda, a cuatro días antes de partir. Esta última vez no tuve tiempo ni de comprar un mapa antes de irme.
¿Cómo animarías a la gente para que coja la bicicleta, y haga rutas en solitario como tú?
Si quieren descubrir el ritmo perfecto de viajar, despojarse de prejuicios, conocer gente fabulosa, empaparse de las luces y los vientos genuinos, escuchar las melodías de las aves y el murmullo de los ríos...
Si alguien desea vivir una experiencia única que cambie su vida, para bien, es el momento de ir pensando en llenar las alforjas, porque aunque solo sea un fin de semana para empezar, después vendrán más viajes. Y todos y cada uno de ellos formarán parte de algunos de sus mejores viajes, recuerdos.
¿El mejor país para andar en bicicleta?
De los que he visitado conozco: España, Alemania, Holanda, Islandia... Todos, es que volvemos a lo de antes. Normas básicas de circulación donde se contemple la bicicleta como vehículo, señalización y respeto. A partir de ahí que las infraestructuras viales se construyan o modifiquen en función y al servicio de todos sin excepción.
¿Qué prefieres dormir con lluvia en la tienda, dormir bajos las estrellas o las dos?
Este pasado verano, anocheciendo me pilló una gran tormenta de lluvia, truenos y relámpagos. Mientras montaba la tienda con la única luz del frontal, era tanta el agua que arreciaba que hizo balsa. Cuando terminé, tuve que achicar el agua con una toalla para poder meterme dentro y dormir. Me hacía gracia, fue una de las mejores noches de descanso. Todo lo que me saque de rutinas me alegra el alma, por molesto que pueda parecer, y que no es. Cuando tienes salud para disfrutar haciendo lo que te gusta, da igual si duermes bajo las estrellas, con lluvia en la tienda, o tapada hasta las orejas porque se congela hasta el aliento al respirar en la gruta de hielo a la que has ido a parar... La aventura es un gran aliciente y los fenómenos de la naturaleza regalos.
¿Qué sueles llevar para comer?
Mis básicos son pasta, arroz, alguna crema de verduras deshidratada, infusiones y queso. Después siempre voy comprando frutas frescas.
¿Cuánto pesa tú bicicleta?
No pesa nada, no siento que pese.
Sí, bueno... sin alforjas pesa trece kilos, con ellas, tampoco mucho. Suelo ir con lo imprescindible: ropa, calzado, tienda de campaña, infiernillo y gas, la comida, agua herramientas... Como mucho son unos treinta kilos más, tampoco tanto.
Se me olvidaba, también llevo siempre botiquín.
No se si te dije que Urriellu es la montaña más bonita del mundo...
Publicado por Jonatan en 01:22
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