Que sensación de felicidad pasear en bicicleta.
No dependes de nadie, vas donde quieres.
Tú eliges el camino. Vas a la velocidad que quieres o puedes.
Te deslizas por el paisaje utilizando solo tu propia energía.
Sin electricidad, sin carburantes contaminantes.
Eres tú mismo. Eres libre.
LUIS ALBERTO MARTINEZ